Elyse Pomeranz, mentora del Rudolf Steiner Centre (Toronto), visita Escuela Caracol

Elyse Pomeranz es la mentora de la maestra Karin. Como parte de su proceso, visitó nuestra escuela y compartió con nostros un tiempo precioso. Esta es la carta hermosa que escribió tras la visita, y que fue orinigalmente publicada en la newsletter del Rudolf Steiner Centre:

14564986493_5f6383de14_o (1)Avancé a lo largo de un camino. Por un lado, se oía el sonido del agua corriendo; en el otro lado vi árboles y arbustos y flores. Bajo mis pies, un camino de tierra y rocas. Llego a una puerta de madera y en el umbral dice: Escuela Caracol. Empujo la pesada puerta y lo que veo me quita el aliento.

Los árboles, arbustos y plantas con flores son abundantes y saludables. Están claramente bien cuidados y atendidos. Hay un camino de adoquines que se curva suavemente entre los edificios. Los propios edificios se asientan cómodamente entre todo lo que está vivo y creciendo. De hecho, parece como si ellos mismos, tal y como sucede con la vida vegetal, hubieran crecido allí mismo. Hay mariposas de diferentes tamaños y colores jugando con alegría, volando libremente en los espacios «internos» de la sala de reuniones, cocina y aulas, abiertas y sin paredes. Hay otras aulas añadidas recientemente que sí están cerradas. Estos nuevos edificios son simples y hermosos. Fueron cuidadosamente imaginados y trabajan en armonía con el resto del plantel.

14358233770_0148c4aeef_oMe detengo en la cocina. Hay dos mujeres que se mueven por los mostradores, fregaderos y la estufa de leña. El techo, con el apoyo de los postes de madera, ofrece un espacio sin paredes, abierto a la belleza de los jardines y los sonidos de los niños que tienen clases o que juegan. Es evidente para mí que esta cocina maravillosa es el corazón de la escuela. Las cocineras preparan bocadillos y comidas frescas, sanas y deliciosas para todos los miembros de la comunidad; niños, maestros y equipo de la escuela reciben su alimentación.

Sentada en el aula de Karin en hora de la refacción y el almuerzo estoy conmovida por el entusiasmo de los estudiantes por su comida, compartiendo y conversando. Este es un espacio relajado y respetuoso.

Hay tanta liberación y tanto tejido social construyéndose. Es un gran desafío que la escuela siga apoyando este programa, ya que es muy costoso. Oí cómo las cocineras viajan a mercados especiales de fin de semana para conseguir los ingredientes que necesitan para la semana. ¡Estoy muy alentada por sus esfuerzos para asegurar la continuidad de a alimentación! Y estoy segura de que más ayuda para este programa sería bienvenida.

14358336078_8bce2bd586_bExaminando el programa de alimentos comprendo algo hermoso sobre esta escuela: hay una conexión con la tierra, un saludable respeto por las necesidades básicas y por el cuidado del cuerpo como base para percibir experiencias que nos permitan trabajar con otros aspectos culturales e intelectuales.

Los estudiantes provienen de un conjunto diverso de circunstancias. Culturalmente y socio-económicamente hay una gran variedad. Los estudiantes se unen y comparten el mundo de la historia, la pintura, la escultura, trabajo manual, el canto, grabado, guitarra, dibujo, escritura, lectura, juegos y drama. Esta es la educación Waldorf en todo su esplendor.

Sin duda hay un aspecto de la cultura contemporánea que se respira en este pueblo remoto en el Lago de Atitlán. Hay teléfonos celulares en los bolsillos de los profesores y los niños escuchan música occidental, y sin embargo hay apertura y asombro y receptividad a la naturaleza, a la historia, a las experiencias artísticas. Los profesores se dedican con entusiasmo, personas que viven lo que predican.

Mi breve visita a la Escuela Caracol ha abierto mi mente y corazón. ¡Estoy inspirada y agradecida!

 

[author] [author_image timthumb=’on’]https://escuelacaracol.org/wp-content/uploads/2015/04/20150402075852-Elyse.jpg[/author_image] [author_info]Me llamo Elyse Sara Hadassah Pomeranz. Nací el 23 de Octubre de 1961 en Montreal, Canada. He trabajado como maestra Waldorf con dos grupos en dos escuelas diferentes del área de Toronto. He visitado más de 40 escuelas Waldorf en Norteamérica y Europa. Actualmente soy mentora de maestros en el Rudolf Steiner Centre in Richmond Hill. Tengo la fortuna de trabajar con dos escuelas cuyos estudiantes son mayoritariamente indígenas. Además, enseñor bloques (de un mes de duración) en todos los grados de primaria. He trabajado con la pedagogía Waldorf desde 1994.[/author_info] [/author]