El pasado 29 de Septiembre se dio la celebración de la festividad del Arcángel Micael en las Escuelas y Colegios Waldorf del mundo.
En la Escuela Caracol de San Marcos La Laguna en Guatemala fue vivida esta fecha como el DIA DEL VALOR Y EL CORAJE.
En la intimidad del espacio del Preescolar las maestras y auxiliares con sus niños vivieron a través de la ronda y el cuento las imágenes correspondientes, además fueron en caminada a uno de los barrios del pueblo, llevando como presente a los ancianos, pan fresco.
En los diferentes grados de primaria fue así: De 1o. a 3o. grado, se ubicaron en la cancha sus mesas, sillas y otros para organizar una secuencia de obstáculos que iban de menor a mayor grado de dificultad, un tramo para 1o., otro para 2o. y completo para 3o., alrededor, todos los demás observando, acompañando, celebrando… por supuesto las almas de los niños vivieron de manera diferente su prueba, pero cada uno se permitió en público pasar el obstáculo asignado, sintiendo no solo el anhelo de su maestro tutor, sino de la escuela entera, que los ovacionó con mucha alegría.
Luego en el espacio de la entrada fueron montadas las pruebas para los mayores, 4o., 5o. y 6o. grado: Un lazo de unos 18 metros extendido y amarrado entre dos árboles a una altura aproximada de 1.20 mts. y debajo una zona de pantano.
De otro árbol se instaló una tela de licra, de las usadas en el circo para escalar, a una altura aproximada de unos 12 mts.
El 4o. grado empezó con la prueba del lazo, cada uno se ayudaba de dos palos de bambú, uno en cada mano, que manejaban como bastones para ir avanzando. No era fácil. Uno a uno lo fueron intentando, caían en el pantano, o fuera de él, otros alcanzaban a avanzar un poco antes de la caída, hasta que le tocó el turno a Ana. Pronto superó el límite de otros y allí se hizo un silencio total… todas las miradas contenidas en ese cuerpecito que se iba deslizando pausado…
Ana llegó!!! La escuela vivió un momento de triunfo, todos lo habíamos hecho con ella, bravo!, hurra! palmas!
Vino después el grupo mayor y allí fue Clara la que casi con maestría de experta llegó hasta el final, luego Anastasio. Muchos siguieron intentándolo después del almuerzo hasta que la superaron.
La prueba de ascenso por la tela superada plenamente por Naia, ha sido práctica constante de ella y la madre. Se instaló entonces como maestra del arte, al inicio para explicar cómo debían ponerse los pies para intentar el ascenso, Jacobo, Zoila, Miguel, Lidia, poco a poco lo fueron logrando.
A su medida cada uno conoció esa fuerza que por instantes se siente allá en lo profundo cuando se tiene el coraje de atreverse a pasar una prueba, ya sea pequeña o grande.
El hierro en la sangre se activó, no solo en quien asumió el reto, sino en toda la Comunidad Caracol que compartió intensamente el momento con sus estudiantes.