Les presentamos a Neah Bay Douglas, nuestra nueva Directora de Desarrollo

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Neah Bay Douglas, Directora de Desarrollo de la Escuela Caracol, ha apoyado el movimiento Waldorf durante más de diez años, cuando se inscribió en las clases de padres e hijos (en la escuela de Chicago Waldorf) con su hijo mayor Jackson, que ahora tiene 13 años. Recientemente su experiencia culminó con la fundación y dirección de una escuela Waldorf en Colorado. Neah se unió a la comunidad Caracol el pasado junio y trabaja la mayor parte del año en Estados Unidos, pero viaja a San Marcos intermitentemente. Actualmente está pansando tres semanas aquí con sus dos hijos, Jackson (13) y Artic (10). Puedes conocer más desde sus recientes exploraciones en Guatemala en su blog de viajes (en inglés): http://acordeoro.wordpress.com/

Neah, ¿qué trabajo tenías antes de venir a Escuela Caracol?

He trabajado liderando proyectos sin fines de lucro desde hace muchos años con un enfoque de servicio a los niños en situación de riesgo. Más recientemente, fundé y dirigí una escuela en los Estados Unidos (Colorado), una escuela pública con enfoque Waldorf denominada Mountain Song Community School.

¿Por qué elegiste trabajar para Escuela Caracol?

La educación Waldorf es un poderoso movimiento social que facilita el pleno desarrollo de las comunidades en áreas como la inteligencia, el corazón y el cuerpo. Se genera a partir de la capacidad de conocerse y respetarse a uno mismo y a los demás de un modo auténtico. Rudolf Steiner, el fundador de la educación Waldorf, dijo que «el amor es la forma más poderosa de conocimiento» y la verdadera educación se forma a través de este poder. Nuestra intención en la Escuela Caracol surge del amor y la compasión. Esto puede sentirse intensamente en los miembros del equipo venidos de todas partes del mundo y que trabajan junto a otros miembros locales tanto indígenas maya y como no indígenas. La expresión creativa, el trabajo práctico, el entorno natural y la armonía social son nuestro día a día en Escuela Caracol. También hay una intención honesta por celebrar y honrar la cultura maya tradicional sin dejar de reconocer las formas de integrar y emerger juntos como una nueva cultura. Es un lugar de renovación, un lugar de belleza y una representación genuina de la educación Waldorf. También hubo para mí una encantadora sincronía al surgir esta oportunidad laboral, porque antes de mi nacimiento mi padre era profesor de una escuela de nativos americanos en los Estados Unidos, y pasó un verano enseñando una tribu americana nativa indígena, los Makah. Esto fue en Neah Bay, Washington, y de ahí es de donde surge mi nombre.

¿Puedes compartir algunos de los aspectos más destacados de tu trabajo en la Escuela Caracol?

Cuando tengo la oportunidad de venir a trabajar a San Marcos puedo sentir una intensa y continua expresión de alegría. La melodía de las risas y el canto de los niños se desplaza continuamente a través de los edificios y jardines, y la belleza de cada niño se ve en sus sonrisas, su arte y sus trabajos hecho a mano. Un preciado momento que siempre recordaré es cuando Andrea, la maestra de los grados 2 y 3, mostró ejemplos de los libros de lecciones principales que sus estudiantes hicieron durante una reunión de personal. Su orgullo y amor se expresaron plenamente mientras pasaba las páginas de estos hermosos libros de lenguaje y matemáticas hechos a mano. Había un estudiante en particular que había hecho grandes progresos a nivel académico y emocional. Cuando todo el mundo observó estos logros pudo sentirse cómo todo el personal tenía un mismo corazón gigante latiendo en un ritmo perfecto. El éxito de este estudiante se puede atribuir a la atención y la intención de Andrea y la de todo el personal. Mis experiencias con todo el personal confirman su profundo amor y compromiso con esta maravillosa escuela.

Neah, tú tienes mucha experiencia en la educación Waldorf. ¿Cómo crees que esta pedagogía beneficiaría a la comunidad y a Guatemala?

La pedagogía proporciona y mantiene un pulso en favor de la regeneración y la Escuela Caracol puede ser un modelo para Guatemala, un país que aún se recupera de una guerra civil que duró 36 años. Esta comunidad educativa integral puede servir de modelo de cómo eliminar el residuo de los  pasados conflictos, construir la solidaridad intercultural y potenciar a las personas a salir de un ciclo de pobreza. Tres principios fundamentales de la educación Waldorf proporcionan fuerza para esta comunidad: la libertad, la igualdad y la solidaridad.

¿Cómo te imaginas Escuela Caracol en el futuro?

Me imagino a la Escuela Caracol floreciendo y continuando su labor de apoyar a muchos estudiantes en el desarrollo de sus múltiples capacidades, preparándolos para grandes oportunidades en sus vidas. Veo una escuela próspera con multitud de matriculaciones y con una representación igualitaria entre niñas y niños. También me gustaría ver que los esfuerzos de la escuela se extienden por toda Guatemala a través de la formación de profesores guatemaltecos. Y por último, espero poder participar en iniciativas de impacto social, que se centrarán en las necesidades y retos de la comunidad y beneficiarán económicamente no sólo a la escuela sino a toda la región del Lago de Atitlán.