Documental de la Escuela Caracol

La realización de este documental surge en un momento coyuntural en la historia de la Escuela Caracol. Joshua y Courtney Wilson, tras fundar y dirigir durante 7 años este proyecto, deciden retirarse por un año y entregar a la Escuela Caracol su propia autonomía funcional. Fruto de este cambio, la conducción de la escuela se abre en 3 áreas diferenciadas: pedagógica, administrativa y desarrollo. Neah Bay Douglas, nueva directora de desarrollo, visita la Escuela Caracol y aquí se encuentra con Karla Olmedo, maestra de la escuela, que la introduce en la metodología de investigación social y educativa que esta ha desarrollado en algunas escuelas Waldorf en México. Neah encuentra en esta metodología que Karla practica, la sistematización de experiencias, la posibilidad de hacer un pequeño alto en el camino que permita que los miembros de la comunidad educativa puedan reflexionar acerca de las propias prácticas, los logros conseguidos y los desafíos o retos a los que se enfrentan.

La sistematización de experiencias

La  sistematización de experiencias es un proceso de autoconocimiento, de reflexión e interpretación crítica desde y sobre la práctica, que se basa en la reconstrucción y ordenamiento de los factores objetivos y subjetivos que han intervenido en esa experiencia, para extraer aprendizajes y compartirlos.

Las utilidades que podemos encontrar en una sistematización de experiencias son múltiples, por ejemplo:

  • que las educadoras y educadores nos apropiemos críticamente de nuestras experiencias;
  • extraer aprendizajes que contribuyan a  mejorarlas;
  • aportar a un diálogo crítico entre los actores de los procesos educativos;
  • contribuir a la conceptualización y teorización;
  • aportar a la definición de políticas educativas, etc.

Una institución educativa podría construir un pensamiento colectivo muy enriquecido con los aportes de las sistematizaciones que se realicen en torno a sus experiencias, lo cual fortalecería el trabajo institucional y potenciaría el trabajo personal de los educadores y educadoras del equipo.

En una sistematización de experiencias, el objeto a sistematizar es nuestra propia práctica

Desde esta perspectiva, se considera que los fenómenos sociales son históricos, cambiantes y contradictorios y que son una síntesis de múltiples factores y determinaciones estructurales y coyunturales; es una concepción que vincula la práctica con la teoría y no separa al objeto del sujeto de conocimiento.

La sistematización  de experiencias, desde una perspectiva de educación popular, se sitúa siempre como un factor que busca contribuir a fortalecer las capacidades transformadoras de los sujetos sociales. Es decir, hay una intencionalidad transformadora, creadora y no pasivamente  reproductora de la realidad social que anima a realizar la sistematización de experiencias como parte de un proceso más amplio. El factor transformador no es la sistematización en sí misma, sino las personas –que sistematizando- fortalecen su capacidad de impulsar praxis transformadoras. En ese sentido, la sistematización de experiencias puede contribuir de manera directa a la transformación de las mismas  prácticas que se sistematizan, en la medida que posibilita una toma de distancia crítica sobre ellas y que permite un análisis e interpretación conceptual desde ellas, con lo que, quienes hagamos una  buena sistematización, nos estaremos adentrando, a la vez, en un proceso de transformación de nosotros mismos: de nuestra manera de pensar, de nuestra manera de actuar, de nuestra manera de sentir.

Los y las docentes somos objetos y sujetos de conocimiento y de transformación. Nuestra práctica cotidiana está repleta de enseñanzas muy ricas que debemos convertir en aprendizajes y nadie más que nosotros mismos tenemos las condiciones para hacerlo. Claro que eso entraña el riesgo de hacer reflexiones poco críticas y  hasta justificadoras de nuestro quehacer, pero por ello es que necesitamos una metodología que nos permita “objetivizar”, tomar distancia crítica de nuestras propias experiencias, sin pretender anular la riqueza subjetiva que las anima.

La sistematización de experiencias de la Escuela Caracol

El primer ejercicio de sistematización constaba en reunir los relatos de maestros, colaboradores, y familias representativas de cada grupo. En esta etapa temprana del proceso surgió un diagrama que nos mostraba un panorama bastante clarificador acerca de qué es lo que realmente significa la experiencia Escuela Caracol para los que participan de ella. Aquí hallamos que la categoría central de este diagrama es «Escuela Waldorf Intercultural», anclada a la comunidad de San Marcos La Laguna, y asimismo surgieron las subcategorías de Logros, Retos y Visión a Futuro.

Este ejercicio inicial también nos hizo tomar conciencia de la necesidad que la escuela tiene de otorgar más peso a las voces de las familias para así conocer con mayor profundidad cómo ellos viven su participación en la comunidad educativa. Ya que uno de los aspectos a revisar es el fortalecimiento de las redes comunitarias de la Escuela Caracol, surge la idea de realizar el Café Caracol basándonos en la metodología World Café. Este evento comunitario amplió considerablemente la participación de la comunidad de madres y padres de familia en nuestro proceso de sistematización de experiencias, y sus voces se hicieron sentir con mayor profundidad en nuestro proceso de autoconocimiento.

A pesar de que la sistematización de experiencias es un proceso que actualmente sigue su curso (y que fruto de él surgirán nuevos materiales), nuestro equipo identificó que llegados a este punto intermedio existía la necesidad crear un material que reflejara el camino avanzado colectivamente, y se toma entonces la decisión de crear la presente pieza documental. Un material audiovisual, además de un cierre perfecto a esta primera etapa, es una contundente herramienta de auto-observación y profundización sobre la reflexión de nuestra propia práctica como comunidad educativa.

Durante meses se trabajó en la elaboración de un guión basándonos en las categorías y dimensiones identificadas a partir de los relatos y entrevistas y el Café Caracol. Durante este tiempo pudimos comprobar que necesitábamos apropiarnos del concepto de interculturalidad, uno de los conceptos claves surgidos de esta observación metodológica. Nuestro proyecto gira en torno a los conceptos “Escuela Waldorf Intercultural”, y son estos mismos conceptos los que nos dan autenticidad y pertinencia en esta comunidad. En cuanto a la apropiación de la pedagogía Waldorf ya se está realizando una labor excelente, con maestras y maestros recibiendo formación en otros países y creciendo día a día con sus grupos de estudiantes, pero sentíamos que la interculturaliad debía entenderse aún más profundamente por parte de todos. Decidimos invitar a Genaro Vásquez a impartir un taller de interculturalidad dirigido a miembros de nuestra comunidad educativa, además de abrirlo a otros profesionales de San Marcos La Laguna, el Lago Atitlán y Guatemala. En esta actividad pudimos identificar cómo abordamos e integramos este concepto en nuestra práctica, y cómo vamos a seguir abordando esta parte tan auténtica de nuestra identidad con la convicción de dirigirnos en la dirección que queremos establecer.

José Arteaga, profesional documentalista que forma parte de diversos colectivos, y amigo de Karla Olmedo (impulsora del proceso de sistematización), viajó a Guatemala del 3 al 15 de noviembre de 2014, fechas en las que se llevó a cabo la grabación. Neah realizó una labor previa de recaudación de fondos que permitió que Pepe viajara a Guatemala, y durante la grabación tanto el equipo de la escuela como las familias participaron activamente en la creación del documental. Fue una inmensa alegría comprobar que existió una sólida cohesión de todo lo que se vino trabajando durante estos meses. Durante la grabación, además de ser capaces de hablar un lenguaje común, también fuimos capaces de expresarlo con efectividad a la comunidad internacional.

El proceso de sistematización de experiencias va a continuar porque tenemos la certeza de que este es un proyecto semilla para la educación de los niños de todo el planeta. Estamos convencidos de nuestra labor y de la necesidad que el mundo tiene de conocer este ejemplo, así como la manera en la que ha nacido y se ha desarrollado. Nuestro sueño es que algo similar se pueda replicar en la mayor cantidad posible de comunidades. Otro mundo es posible, y nosotros somos el vivo ejemplo de esta posibilidad.

Como habrán podido conocer tras el visionado del documental, nuestra estabilidad fiscal depende del apoyo que nuestra escuela recibe a través de donaciones y patrocinios. Por favor, considere apoyar nuestro proyecto, ayúdenos a seguir haciendo realidad este sueño y hacerlo accesible a cada vez más gente.